jueves, 26 de agosto de 2010

Desde los márgenes


Mi interés por el tema de la frontera, como bien nos relata Angélica, viene del ensayo de Claudio Magris. Curiosamente, tuve la oportunidad de escuchar a este autor durante las dos conferencias que dio en la Feria del Libro de Guadalajara de 2005. Incluso tengo una foto donde salimos retratados al final de su charla. Dado que el acceso al podium estaba cerrado al público, el escritor, con un gesto de enorme simpatía  y como una muestra de que es posible cruzar fronteras, extendió su mano para que saliéramos “juntos”.   
El tema de frontera me fue llevando a pensar lo significativo que ha sido el hecho de traspasar límites desde la óptica de occidente. Fui descubriendo cuanto de nuestro imaginario está permeado por la idea de trasgresión, umbral, linde; las cuales van desde el descenso al inframundo hasta los ritos de iniciación. Pensemos, por ejemplo, en  la diferencia de género, la colonización y la barrera del sujeto - objeto.
Me imagino que fue la misma naturaleza la primera en evidenciar la radicalidad de “traspasar límites”. Nacimiento y muerte son el ejemplo más claro de lo “que empieza a ser” y “lo que deja de ser”. De ahí, seguramente,  se fueron gestando formas culturales propias de la religión, la política y la sociedad.
Ahora bien, me parece que la parte interesante de llevar un curso monográfico como este, es preguntarnos: ¿qué tiene que ver la frontera conmigo?, ¿de qué forma me identifico?  


Ana Barberena








  

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